Si alguna vez pensaste que el órgano más importante del cuerpo es el cerebro o el corazón, déjame decirte que el hígado es el encargado de producir, entre algunas de las proteínas más importantes, la albúmina, que es una sustancia elemental en el equilibrio dietético de nuestro organismo. En este artículo quisiéramos hablarte en relación a esto y a mucha más información al respecto, con el fin de que encuentres un Tratamiento para el cáncer en Aguascalientes adecuado.
Es probable que en alguna ocasión hayas escuchado decir que tal persona padece de una enfermedad llamada cirrosis; a partir de esto, lo primero que pasa por tu mente quizás es que dicha persona solía tomar diferentes tipos de bebidas embriagantes en cantidades importantes y que su problema tiene algo que ver con el hígado. Sin embargo, ¿qué es lo que sabemos de la cirrosis hepática? ¿Cómo se produce? ¿Qué personas están expuestas a padecerla? ¿Será contagiosa? ¿Será posible prevenirla? En fin, éstas son sólo algunas preguntas que podrían atravesar por tu mente al escuchar tal término.
Para tratar de que queden claros estos conceptos, empezaré hablando de cómo funciona el hígado de una persona bajo condiciones normales.
Si alguna vez pensaste que el órgano más importante del cuerpo es el cerebro o el corazón, déjame decirte que el hígado es el encargado de producir, entre algunas de las proteínas más importantes, la albúmina, que es una sustancia elemental en el equilibrio dietético de nuestro organismo, y que además es encargada de mantener la circulación de los líquidos corporales en el interior de los vasos sanguíneos y capilares de nuestro cuerpo; una baja de ella produciría que esos líquidos se salieran de su sitio ocasionando acúmulos de líquidos (edemas) en piernas o en el abdomen (ascitis), teniendo el paciente sensación de agua al caminar o dificultad para respirar en caso de acúmulos importantes de líquido.
Nuestro hígado también es el encargado de procesar una sustancia llamada bilirrubina, procedente de la destrucción de los glóbulos rojos de la sangre. A ésta, las células del hígado le quitan la posibilidad de que sea tóxica para el organismo y la eliminan; de ahí la coloración del excremento y la orina. Es por ello que, en un paciente con problemas del hígado, su excremento se pone pálido y la orina obscura, y también lo blanco de los ojos se torna amarillo (ictericia). Otra de las funciones del hígado es por medio de las sales biliares producidas por sus células que absorben vitaminas como la A (indispensable para una buena visión nocturna), la E que mantiene características especiales en la piel y se ha visto que puede evitar varios tipos de cáncer, la D, necesaria para la absorción del calcio en los huesos y evitar problemas como fracturas espontáneas. Los factores que intervienen en la coagulación de la sangre son formados también en el hígado, por ello estos pacientes tienen grandes problemas para coagular cuando algún tipo de herida o lesión lo requiere.
La eliminación de una sustancia llamada amonto, producida por la destrucción diaria de proteínas captadas por la dieta, es también una función hepática, por ello pacientes con grados avanzados de lesión en el hígado padecen trastornos de personalidad que van desde la falta de coordinación motriz fina, hasta las alteraciones de conducta o, en casos externos, llegando incluso al coma.
Hasta aquí hemos visto algunas de las funciones que nos ayudarán a entender cómo trabaja nuestro hígado, para saber cuándo se necesita un Tratamiento para el cáncer en Aguascalientes. Pero ¿qué lo puede llegar a dañar? Múltiples estudios han demostrado que las causas de daño en el hígado para llegar a producir cirrosis son:
El Alcohol
Continúa siendo la causa más importante sobre todo en países desarrollados, aunque vale la pena mencionar que hay factores genéticos ya bien estudiados que condicionan que una persona, aunque no beba una cantidad importante, establezca un daño en su hígado y finalmente una cirrosis. Afortunadamente, la mayoría de las personas que beben desarrollan en el hígado lo que se conoce como estado graso (75%) situación que es reversible al dejar de beber. La otra forma de lesión que produce el alcohol es la hepatitis alcohólica (25%), situación de mayor gravedad, pero que también es reversible bajo un tratamiento adecuado, y dejando de beber. Como el 5 u 8% de los pacientes que consumen bebidas embriagantes llegan a producir cirrosis (grado más severo de lesión en el hígado y que se caracteriza por el endurecimiento de sus células). Esto puede medirse con grados variables de DISFUNCION, es decir, alteraciones variables en sus funciones. Este tipo de lesión es IRREVERSIBLE y no hay curación.
La segunda causa de formación de cirrosis es la debida a los virus de la HEPATITIS. En la actualidad, están descritos 6 tipos de esta enfermedad designados por las letras de la A a la F, siendo sólo el tipo B y C las que pueden ocasionar daños irreversibles al hígado. El virus de la hepatitis B lo puede provocar en un 20% y la C en un 70%. Existen países en Europa y en Estados Unidos de América en la que la hepatitis ocupa el primer lugar en causa de cirrosis.
La forma de transmisión es por fluidos del cuerpo humano. En el caso del VHB (virus de hepatitis B), 0.001ml son suficientes para infectar, y en el caso de VHC (virus de hepatitis C) se necesita de grandes cantidades. Las causas más frecuentes de transmisión de la hepatitis crónica son por transfusión sanguínea, agujas contaminadas, tatuajes, contacto sexual con personas que la padezcan.
La tercera causa son las alteraciones metabólicas, como el aumento en la cantidad de hierro circulante o la falta de eliminación de cobre, que producen depósitos normales de estos elementos en el tejido del hígado, con la consecuencia final de la cirrosis.
La cuarta son alteraciones genéticas, que producen alteraciones en la forma de almacenaje de la bilis (la cual se produce diariamente en el hígado). Estas enfermedades dañan el drenaje de la bilis (árbol biliar) lo que produce que el paciente amarillo (ulcérico) tenga comezón y varias alteraciones en su función hepática, sin haber contraído el virus de hepatitis, ni con el uso del alcohol. Por último, tenemos las causas tóxicas por el proceso de la toma de algún medicamento como el metrotexature, utilizado para el control de algún tipo de neoplasias sobre todo malignas. O el contacto con algunos tóxicos como el cloruro de vinilo, entre otros.
¿Cómo poder identificar a los pacientes que tienen factores de riesgo de daño crónico en el hígado y así evitar que lleguen a la cirrosis?
ANALIZANDO LA SANGRE DE PERSONAS DONADORAS para evitar la presencia de pacientes portadores de virus de la hepatitis B o C; vacunando a los niños desde nacidos para evitar la posibilidad de contagio posterior contra VHB. Identificando a personas que utilizan agujas contaminadas (drogadictos, hemofílicos o pacientes diabéticos que se inyectan diariamente insulina, adiestrándolos a NO COMPARTIR LAS AGUJAS). Teniendo cuidado con pacientes con tatuajes, o haciendo hincapié en el uso de preservativo en caso de contactos casuales fortuitos o no planeados puede evitar el contagio de VHB. Por otro lado, en los pacientes portadores crónicos el chequeo de sus pruebas de función hepática puede llegar a detectar lesiones iniciales, las cuales son reversibles. En los pacientes ya infectados de VHB o VHC es importante detectar la fase de lesión del virus y someterlo cuanto antes a tratamientos ya comprobados de efectividad para evitar el avance hacia la cirrosis.
Como verás, es mucho lo que podemos hacer y mucho lo que hay que evitar para llegar a una fase de daño crónico severo en el hígado. Acércate a nosotros para informarte en el mejor Tratamiento para el cáncer en Aguascalientes.